...Al despertar
recuerdo que de nuevo he vuelto a levantarme sobresaltada en la noche. La
pesadilla. El día de trabajo es duro, no porque haya mucho ajetreo si no porque
estoy muy cansada de haber trasnochado tanto últimamente. Es domingo y me toca
planta, reviso los historiales de los enfermos, pongo vías, varias
extracciones, lo rutinario, tampoco quiero aburriros.
He puesto a
Silvia al día sobre Alex, pero no le he contado nada de Rafa, de hecho la única
que lo sabe es Sindy. El día pasa lento, la noche mucho más lenta. Me he
whatsapeado con Rafa durante el día. Siento envidia porque él está de
vacaciones y yo no, porque no puedo invertir todo el tiempo que quisiera en
estar con él. Con él y con mis amigas, que conste.
Cuando llego
a casa, ya es lunes y me paso la mañana durmiendo. Me ha despertado mi madre al
teléfono contándome lo emocionante que es vivir con Esteban, apenas le he
prestado atención.
Los días de
esta semana transcurren igual, trabajo y cuando tengo tiempo libre veo a Rafa,
todo está normal con él solo que nos saludamos con un beso en los labios, ya me
he acostumbrado y no me parece raro. Me alivia saber que aquella noche no ha
estropeado nuestra relación.
Hemos ido al
cine, de compras, hemos estado tirados en su sofá escuchando música y viendo gossip girl, hemos hablado mucho sobre
nuestras vidas, sobre nuestras penas y alegrías, de lo que queremos aspirar en
un futuro. Se puede decir que en el poco tiempo que ha estado aquí lo conozco
más que a mi madre, que por otro lado no me ha vuelto a llamar. Ella es así,
cuando encuentra una distracción se olvida de que tiene una hija.
También he
estado con las chicas, Sindy le había contado a Amanda lo de Rafa y le he
tenido que dar mi versión. Estaba un poco molesta pero con varios achuchones se
le pasó todo. Ella piensa que estoy muy pillada por él y por mucho que le diga
que no, no me cree. Tiene miedo de que Rafa me haga daño porque invierto mucho
tiempo en él a sabiendas que en unos días volverá a Madrid, ella dice que
cuando se vaya no estará tan encima de mí, que aquí esta aburrido y me usa. Yo
no lo veo así porque ya hemos hablado sobre su marcha y me ha hecho prometerle
que iré a verlo, nunca he estado en Madrid y le hace ilusión hacerme de guía.
Capítulo
doce. Despedidas que sí cuentan.
Es sábado,
Rafa se irá a Madrid en varias horas. Cuando he salido del hospital he cogido
un autobús hasta su piso, quiere que comamos juntos y me muero de curiosidad
por saber qué ha preparado, es un desastre en la cocina (le dijo la sartén al
cazo). Espero que cuando llegue no hayan tenido que acudir los bomberos.
No me hago a
la idea de que se valla, a pesar de que han sido solo dos semanas las que hemos
pasado juntos se ha convertido en una persona muy importante en mi vida, se ha
hecho un hueco junto Sindy y Amanda. Han sido muchas las horas que hemos pasado
juntos y la intensidad de los temas tratados, conozco todo sobre él y él todo
sobre mí y no porque nos lo hayamos contado si no porque con tan solo mirarnos
sabemos lo que demandamos.
Sé que
cuando está nervioso entrelaza los dedos de sus manos, cuando está agobiado
arruga la nariz, sonríe de lado cuando quiere parecer simpático y su sonrisa la
mayoría de las veces es pilla, pero he descubierto que no lo hace para ligar,
su sonrisa es así. Cuando ríe de verdad acompaña sus carcajadas echando la
cabeza hacia atrás y da una palmada. También sé que cuando le muerden la oreja
no puede controlarse y he visto su cara de placer, cierra los ojos con fuerza y
junta los labios. Cuando algo le parece gracioso estira el chiste hasta que no
puede dar más de sí, cuando lo hace me pone histérica pero él no pierde su
sonrisa. También le encanta enfadarme.
La línea de
autobús me deja a escasos metros del piso de Rafa. Camino con mis vans de
leopardo que tanto me gustan, hace calor pero aun no me atrevo a ponerme
pantalón corto, llevo unos vaqueros rotos en las rodillas y una camisa beis con
un escote trasero muy bonito. Subo en el ascensor y me encuentro a Rafa en el
marco de su puerta con un delantal rojo de lunares blancos. Lleva el pelo
revuelto y en una de sus manos sujeta una espumadera. Verlo de cocinillas me
resulta gracioso.
-
La
feria ya fue el mes pasado – No puedo evitar bromear sobre su delantal. El
sonríe y mueve una de sus manos como si bailase una sevillana.
Me invita a
pasar, la puerta corredera de la cocina está cerrada, no quiero imaginar el
caos que habrá ahí dentro. Sobre la mesa hay unos preciosos salvamanteles,
copas con vino, cubiertos de plata y una bonita vajilla, plato hondo sobre
plato llano. Me sorprendo por el
despliegue. Rafa me acompaña hasta la mesa y me ayuda a sentarme, se está
tomando muy en serio su papel de anfitrión. Se dirige hacia la cocina, lo sigo
con la mirada, esa camiseta celeste le hace una enorme espalda, no tengo ningún
comentario sobre lo bien que le quedan las bermudas.
Cuando sale
de la cocina trae entre sus manos una gran bandeja en la que puedo distinguir
humeante un dorado pollo rodeado de patatas. Comienzo a aplaudir porque me
sorprende que él solo haya sido capaz de hacerlo.
-
Espero
que te guste el pollo del asador Juani porque se me han quemado las pechugas,
cortado el alioli y he destrozado las patatas. – Dice divertido mientras coloca
la bandeja en el centro de la mesa. Lo miro descolocada pensado que es una
broma pero su sonrisa me indica lo contrario así que comienzo a reírme sin
parar. Él se ríe también avergonzado quitándose el delantal. – He pensado en
decirte que esto lo había hecho yo pero ¿a quién quiero engañar? – Se encoje de
hombros mientras yo sigo riéndome.
-
Eres
un desastre – Consigo decir entre risas y lágrimas.
La comida
transcurre con normalidad, ninguno de los dos somos conscientes que en unas
horas no podremos volver a vernos con una simple llamada o un mensaje. Pronto
habrá más de quinientos kilómetros de distancia entre nosotros. Comemos
despacio para alargar cada minuto. De postre me sirve un trozo de tarta tres
chocolates que ha comprado en una pastelería, él sabe que es mi favorita, le
sonrío agradecida y la devoro, incluso repito. Él apenas come, dice que ver
como yo me la como le alimenta más, sus cosas. Yo sigo creyendo que es porque
no quiere engordar, que ya hace varios días que no va al gimnasio y eso a los
musculitos les afecta. Y no creáis que me siento intimidada al ver como Rafa me
mira mientras como la tarta como un lobita hambrienta.
-
¿De
verdad no quieres? ¡Esta buenísima! – Digo con la boca llena mientras veo que
Rafa no ha tocado su trozo.
-
No,
estoy lleno – Dice tocándose la barriga – No me gusta conducir con el estómago
tan lleno.
-
Menos
mal que te largas ya y así te pierdo de vista – Bromeo terminándome el postre.
-
¿No
vas a echarme de menos? – Pregunta haciéndose el dolido mientras niego con la
cabeza – Pues yo a ti sí. – Me agarra la mano sobre la mesa y su verde mirada
se vuelve tierna y melancólica. – Me ha encantado conocerte y quiero
agradecerte estos días. – Se levanta de la mesa dirigiéndose hacia el
dormitorio. Me ha dejado sin palabras. Vuelve con una caja en sus manos y me la
da. Lo miro sorprendida mientras agarro la caja. – Ábrela.
-
Rafa..
no es necesario.. yo.. – Titubeo temblorosa mientras abro la caja para
descubrir el enorme reloj que Rafa llevaba el día de la boda.
-
He
visto como lo miras – Dice sonriente. Me encanta como queda este reloj en su
muñeca, fue en lo primero que me fijé. –
Tómalo como un préstamo, una garantía de que nos volveremos a ver. Quiero que
te acuerdes de mí. – Rafa se acerca y me da un beso en la frente.
Eres rematadamente idiota, no necesitaré este reloj
para acordarme de ti – Me levanto y lo abrazo, siento su respiración, su calor.
Me rodea con sus fuertes brazos y siento de nuevo esa paz. – Gracias – Susurro.
Nuestras miradas se cruzan y noto la tensión. Los dos nos separamos porque hoy
sí cuenta...
Hola. Uau, a ver que ocurre ahora sin Rafa... Felicidades por la publicación de amazon, ya he comprado mi ejemplar. Te deseo mucha suerte. Estoy preparando una entrada para mi blog sobre "Hoy no cuenta", antes de publicarla te la envío por correo para ver que te parece. Un besito.
ResponderEliminarHola! Muchas gracias, espero que te guste el libro entero. Qué ilusión que vayas a recomendar mi libro, estoy deseando leer la entrada ;)
ResponderEliminarUn besazo guapa!
Aunque he estado desaparecida y no te he comentado últimamente, sigo por aquí! Ya he visto tu libro en amazon y quería preguntarte cómo lo puedo conseguir en otro formato porque tengo un libro electronico pero como no es kindle no se si lo reconocerá.
ResponderEliminarEstoy deseando leerlo entero!
Pensé que estarías de vacaciones, que bien que me sigas leyendo:)
EliminarSi es compatible con cualquier formato porque mi madre se lo descargo para el ordenador. Yo también estoy deseando que lo leáis y me contéis ;)
Holaaaa...hoy te leo tarde porque acabo de llegar de la playita ^^
ResponderEliminarSobre el trozo de hoy solo diré: se están pillando...ambos. Me pareció tan tierno lo de que comieran juntos, el regalo del reloj, Diooooos muero con Rafa, si no se lo queda Cris, me lo quedo yo jajajaja. Yo aún no he comprado el libro, estoy esperando volver de la vacaciones, perooooo contando los días con muchas ansias. Necesito leer la historia entera, no me aguanto xD
Un besito guapa
Holaa!! ajajaj estoy deseando que lo leasss y me digas!
Eliminarpasalo muy bien por la playa!
un besito!
Graciad guapa ;)
EliminarEstoy dessando leerlo entero, ya lo he encontrado por Amazon y he leído la sinopsis madre miaaaa más ganas me han dado de leerlo!
Un besito
Ains q bonito es todo con Rafa!! Pon un Rafa en tu vida!! Me ha encantado ese final "hoy si cuenta" !! Ahora mismo voy a comprarme el libro!! Te iré comentando!! Un besazo
ResponderEliminarque bien!! espero con mucha ansia tu opinión! que nerviooos!!
Eliminarun besazo:)