...Alex es la
última persona a la que quiero ver, Alex me recuerda lo idiota que soy, me
recuerda lo fácil que es hundirme, que mi felicidad depende siempre de una
segunda persona y no me gusta recordar eso. Soy dependiente por necesidad, siempre busco a alguien en quién apoyarme y hasta ahora esa persona siempre es inadecuada.
Me bebo la
copa de vino de un trago, va a ser una noche larga. Me dirijo hacia las chicas
para ponerlas al tanto de la noticia.
-
No
pasa nada, si te lo cruzas aprovechas para darle un buen bofetón por mentiroso
– Me anima Amanda mientras me acerca otra copa de vino.
Rafa se
acerca con dos hombres hacia donde están mi madre y Sindy. Uno de ellos es poco
más alto que mi madre y rechoncho, con la típica cara de buena persona. Tiene
patillas y pelo corto, oscuro y ondulado,
con un flequillo hacia el lado. Tendrá unos cuarenta y muchos. El otro es algo
más joven, rondará los cuarenta. Es más alto y atlético, de pelo y barba color
cobrizo. Unos enormes ojos saltones color miel enmarcados por unas pobladas
cejas. Rafa los presenta el primero como Esteban y el segundo como Héctor. Tras
dejar a mi madre y Sindy hablando con los dos se acerca a Amanda y a mí que nos
hemos colocado estratégicamente detrás de una columna para evitar cruzarme con
Alex.
-
Cris,
vamos a cenar en la misma mesa, lo mejor es que te acerques a saludarlo – Me
dice Rafa mirando hacia el lado opuesto donde puedo ver a Alex hablando con
varios hombres mayores.
-
¿Estás
loco? No pienso darle ese gusto. – Digo disgustada mientras bebo de nuevo. Rafa
mira a Amanda para que me haga entrar en razón.
-
No
es necesario que vayas a saludarlo, pero actúa con normalidad y si te lo cruzas
pues hola y listo – Aconseja Amanda que le devuelve la mirada a Rafa. Ambos me
miran.
-
Está
bien. – Digo cogiendo otra copa de vino. Rafa sonríe satisfecho y nos agarra
por la espalda hasta llevarnos a un grupo de hombres de unos sesenta y tantos.
-
Mirad
que bien acompañado estoy – Dice Rafa al llegar entre los hombres. Amanda y yo
sonreímos. Nos presenta a Álvaro, Jesús y José. Rafa no se separa de nuestro
lado.
Hablamos
sobre el buen tiempo que hace últimamente y Álvaro nos invita a Marbella, dice
que cuando queramos podemos ir a dar un paseo en su yate que hay sitio para todos.
Creo que está algo bebido. Cuando habla se le mueven los pelillos de su bigote
canoso y Amanda y yo no podemos evitar mirarnos y reír. Álvaro es muy
simpático, tendrá unos cincuenta y tantos. José, que es algo más joven y
apuesto ha quedado prendado de Amanda y su trabajo, le encanta todo lo
relacionado con la feria, el rebujito y los coches de caballo. La escucha
hablar sobre los colores más de moda en esta temporada. Rafa nos mira
alucinando con nuestro desparpajo. Jesús es el típico cincuentón que ha dejado
a la mujer en casa y no para de repetir eso de “¡ay si mi Concha me viera con
tanta chavalería!” A veces desvío la mirada hacia mi madre que no para de reír
y hablar con Esteban, su voz es la que más se escucha en la sala. Puedo notar
que el alcohol ha comenzado a hacerle efecto. Sindy se ha unido a nosotras.
-
¡Ernesto,
ven! – Grita mi madre haciéndole un gesto con la mano mientras se acerca hacia
mí dando gritos.
-
Esteban
– Corrige el hombre que va tras mi madre. Mi madre cuando bebe más de la cuenta
le da por cambiar los nombres.
-
Eso.
– Dice cuando llega donde estoy. – Mira que hija más guapa tengo. Cristina
saluda – Me pide cambiando el peso de pierna.
-
Tan
guapa como su madre – Esteban me mira con su cara de bonachón y se acerca a
darme dos besos. Yo le doy las gracias y lo saludo también.
-
¡Ayy
Ernesto! ¡Tan bueno! – Grita mi madre que se lanza a sus brazos y le agarra la
cara mientras el hombre le sonríe encantado.
-
Esteban
– Le corrijo.
-
Bueno,
y ¿Qué he dicho? – Me pregunta seca. Vuelve a mirar a Esteban. - ¿Sabes cielo?
Esteban dice que me llevará al Rocío y que pasearemos por las marismas.
-
Sí,
montando a caballo – Explica Esteban que no deja de hacerle carantoñas a mi
madre.
Nunca
cambiará, se engancha de cualquiera que le preste un poco de atención. Esteban,
por lo menos, tiene pinta de ser bueno aunque mi madre se haya fijado en su
cartera. Los dejo hablando y me acerco a Rafa, le susurro en el oído que tengo
hambre y me dirijo hacia una bandeja de canapés. Cojo uno de salmón y cuando me
doy la vuelta choco contra un fuerte pecho. El olor me resulta familiar.
-
Lo
siento – Me disculpo antes de ver los intensos ojos de Alex que me miran desde
arriba. En ese momento me quiero morir. Le sonrío torpemente, me he puesto
nerviosa y se ha notado.
-
Hola
Cris – Saluda. Noto que también está algo nervioso porque ha forzado una
sonrisa.
-
Hola
– Me separo de él para seguir mi camino.
-
Estás
increíble – Me susurra al oído antes de que pueda alejarme de él. No le
respondo, no lo miro. Me rompo con cada una de sus palabras y estoy harta de
sentirme frágil. No quiero ningún tipo de relación con personas como él.
Antes de que
pueda llegar donde están Rafa y mis amigas dos enormes puertas se abren y todos
comienzan a pasar a una gran sala presidida por una mesa redonda. Todos se
disponen a sentarse. Cuando llego me han guardado un sitio entre Rafa y Amanda.
Al lado de Amanda está Sindy y mi madre con Esteban. Varios camareros comienzan
a servirnos un plato de pescado al horno que huele muy bien.
-
El
de mi izquierda y Esteban son los dueños del banco con el que tiene que firmar
mi empresa – Me comenta Rafa, yo miro a su lado y reconozco a Álvaro, el hombre
que anteriormente nos había presentado Rafa.
-
Pues
mi madre ha conquistado a Esteban – Le digo poniendo los ojos en blanco.
-
Sí,
pero el que me preocupa es Álvaro, es un hueso. Ha estado oponiéndose a varios
puntos del contrato.
-
Bueno,
nada que dos gintonics no puedan arreglar – Digo con una sonrisa.
En frente
puedo ver a Alex que habla animado con las dos cuarentonas polioperadas y
teñidas que tiene a ambos lados. No puedo evitar recordar a Alberto al mirarlo
porque fueron similares las sensaciones que sentí. No puedo culpar a Alex, sé
que la culpa es mía, Alex es una víctima más de este sistema donde todos nos
usamos a todos para conseguir nuestra satisfacción y beneficio. Lo único que
puedo hacer es alejarme.
Amanda y
Sindy han estado observando a Alex y poniéndolo a parir. Mi madre sigue
tonteando con Ernes.. Esteban que no para de presentarle a más peces gordos. Yo
ayudo a Rafa con Álvaro, le he caído bien, no para de sonreírme y contarme
cosas.
Hemos cenado
platos exquisitos y el vino no ha parado de circular por la mesa. Sindy y
Amanda me anuncian que Fael y Pedro vendrán a recogerlas pronto. Álvaro ha
organizado en la suite del hotel donde se aloja una pequeña fiesta para cerrar
el trato, nos ha invitado a mí y a mi madre a ir. Estoy cansada pero la cara de
súplica que Rafa me ha puesto me ha impedido rechazar la oferta.
Somos menos
de diez: Mi madre y Esteban, Álvaro, Alex y las dos cuarentonas, José, Rafa y
yo. El hotel está a escasos metros del restaurante así que vamos andando. Mi
madre va tan borracha que Esteban tiene que sujetarla, intento no mirarla para
evitar sentir vergüenza ajena.
La suite de Álvaro
tiene unas increíbles vistas al río Guadalquivir, en el salón cabe mi piso
entero. Las botellas están preparadas sobre una mesa de cristal cerca del
enorme ventanal. Todos comienzan a acomodarse en un gran sofá de cuero negro.
Rafa se aparta con Álvaro y hablan gesticulando mucho con un papel entre ellos.
Con un
gintonic en la mano me dirijo por las escaleras de caracol hacia la habitación
de arriba donde hay un baño, ya que el de abajo está ocupado por las
cuarentonas. Antes de que pueda agarrar el pomo de la puerta ésta se abre para
dejar salir a Alex, se ha quitado la chaqueta y la corbata y esa camisa blanca
le queda, como diría Sindy, mejor que quiere. Me sorprendo y doy un paso hacia
atrás.
-
No
te asustes, pasa – Dice con una sonrisa en sus labios. Se apoya en la puerta
para dejarme pasar, entro sin apenas mirarlo. Para mi sorpresa no sale del
baño y cierra la puerta.
-
¿Qué
haces? – Pregunto borde...
¿Te he dicho ya que a veces me caes mal? Jajajaja que no, que es broma! Pero ¿Cómo nos dejas así? No tienes piedad de nosotras!!! Estoy que me tiro de los pelos, necesito saber que pasará en ese baño!!! Rafa ya puede ponerse un poco las pilas si le gusta Cris aunque sea un poco. Y Alex prácticamente ha ignorado a Cris en toda la cena y ahora la encierra en el baño ... sigue sin caerme bien. Team Rafa forever (o al menos hasta que la cague) jajajaja ^^
ResponderEliminarUn besito guapa
jajajaj soy malvadaaaa :P:P
EliminarEl lunes te cuento que pasa en ese baño... :)
Un besazo y feliz finde!!
El luneeeeeesssss??? Noooooo, mañana no publicas? Me voy a volver loca! ajajajajaja
EliminarEsperaré con mucha impaciencia ese capitulo, que lo sepas ^^
Besitos
Sii es que mañana no podré.. Pero merecerá la pena la espera t lo prometo :);)
EliminarUn beso!!
Dios q va a pasar ahí dentro??? Mordiéndome las uñas me has dejado!! Danos un poquito masss!!! Mañana no publicas?? Un besito y sigue escribiendo como lo haces vas a llegar lejos!!!
ResponderEliminarMañana no puedo publicar pero el lunes te lo cuento ;P
EliminarGracias guapísima! Un beso
Nos dejas en lo mejor y lo peor es que ya hasta el lunes no me enterare de lo que pasa a continuacion que el tonto de Alex
ResponderEliminarA ver a ver el lunes te lo cuento!
EliminarUn besito!!