6.27.2015

Veintisietedejunio

...Alex es la última persona a la que quiero ver, Alex me recuerda lo idiota que soy, me recuerda lo fácil que es hundirme, que mi felicidad depende siempre de una segunda persona y no me gusta recordar eso. Soy dependiente por necesidad, siempre busco a alguien en quién apoyarme y hasta ahora esa persona siempre es inadecuada.

Me bebo la copa de vino de un trago, va a ser una noche larga. Me dirijo hacia las chicas para ponerlas al tanto de la noticia.

-          No pasa nada, si te lo cruzas aprovechas para darle un buen bofetón por mentiroso – Me anima Amanda mientras me acerca otra copa de vino.

Rafa se acerca con dos hombres hacia donde están mi madre y Sindy. Uno de ellos es poco más alto que mi madre y rechoncho, con la típica cara de buena persona. Tiene patillas y  pelo corto, oscuro y ondulado, con un flequillo hacia el lado. Tendrá unos cuarenta y muchos. El otro es algo más joven, rondará los cuarenta. Es más alto y atlético, de pelo y barba color cobrizo. Unos enormes ojos saltones color miel enmarcados por unas pobladas cejas. Rafa los presenta el primero como Esteban y el segundo como Héctor. Tras dejar a mi madre y Sindy hablando con los dos se acerca a Amanda y a mí que nos hemos colocado estratégicamente detrás de una columna para evitar cruzarme con Alex.

-          Cris, vamos a cenar en la misma mesa, lo mejor es que te acerques a saludarlo – Me dice Rafa mirando hacia el lado opuesto donde puedo ver a Alex hablando con varios hombres mayores.

-          ¿Estás loco? No pienso darle ese gusto. – Digo disgustada mientras bebo de nuevo. Rafa mira a Amanda para que me haga entrar en razón.

-          No es necesario que vayas a saludarlo, pero actúa con normalidad y si te lo cruzas pues hola y listo – Aconseja Amanda que le devuelve la mirada a Rafa. Ambos me miran.

-          Está bien. – Digo cogiendo otra copa de vino. Rafa sonríe satisfecho y nos agarra por la espalda hasta llevarnos a un grupo de hombres de unos sesenta y tantos.

-          Mirad que bien acompañado estoy – Dice Rafa al llegar entre los hombres. Amanda y yo sonreímos. Nos presenta a Álvaro, Jesús y José. Rafa no se separa de nuestro lado.

Hablamos sobre el buen tiempo que hace últimamente y Álvaro nos invita a Marbella, dice que cuando queramos podemos ir a dar un paseo en su yate que hay sitio para todos. Creo que está algo bebido. Cuando habla se le mueven los pelillos de su bigote canoso y Amanda y yo no podemos evitar mirarnos y reír. Álvaro es muy simpático, tendrá unos cincuenta y tantos. José, que es algo más joven y apuesto ha quedado prendado de Amanda y su trabajo, le encanta todo lo relacionado con la feria, el rebujito y los coches de caballo. La escucha hablar sobre los colores más de moda en esta temporada. Rafa nos mira alucinando con nuestro desparpajo. Jesús es el típico cincuentón que ha dejado a la mujer en casa y no para de repetir eso de “¡ay si mi Concha me viera con tanta chavalería!” A veces desvío la mirada hacia mi madre que no para de reír y hablar con Esteban, su voz es la que más se escucha en la sala. Puedo notar que el alcohol ha comenzado a hacerle efecto. Sindy se ha unido a nosotras.

-          ¡Ernesto, ven! – Grita mi madre haciéndole un gesto con la mano mientras se acerca hacia mí dando gritos.

-          Esteban – Corrige el hombre que va tras mi madre. Mi madre cuando bebe más de la cuenta le da por cambiar los nombres.

-          Eso. – Dice cuando llega donde estoy. – Mira que hija más guapa tengo. Cristina saluda – Me pide cambiando el peso de pierna.

-          Tan guapa como su madre – Esteban me mira con su cara de bonachón y se acerca a darme dos besos. Yo le doy las gracias y lo saludo también.

-          ¡Ayy Ernesto! ¡Tan bueno! – Grita mi madre que se lanza a sus brazos y le agarra la cara mientras el hombre le sonríe encantado.

-          Esteban – Le corrijo.

-          Bueno, y ¿Qué he dicho? – Me pregunta seca. Vuelve a mirar a Esteban. - ¿Sabes cielo? Esteban dice que me llevará al Rocío y que pasearemos por las marismas.

-          Sí, montando a caballo – Explica Esteban que no deja de hacerle carantoñas a mi madre.
Nunca cambiará, se engancha de cualquiera que le preste un poco de atención. Esteban, por lo menos, tiene pinta de ser bueno aunque mi madre se haya fijado en su cartera. Los dejo hablando y me acerco a Rafa, le susurro en el oído que tengo hambre y me dirijo hacia una bandeja de canapés. Cojo uno de salmón y cuando me doy la vuelta choco contra un fuerte pecho. El olor me resulta familiar.

-          Lo siento – Me disculpo antes de ver los intensos ojos de Alex que me miran desde arriba. En ese momento me quiero morir. Le sonrío torpemente, me he puesto nerviosa y se ha notado.

-          Hola Cris – Saluda. Noto que también está algo nervioso porque ha forzado una sonrisa.

-          Hola – Me separo de él para seguir mi camino.

-          Estás increíble – Me susurra al oído antes de que pueda alejarme de él. No le respondo, no lo miro. Me rompo con cada una de sus palabras y estoy harta de sentirme frágil. No quiero ningún tipo de relación con personas como él.

Antes de que pueda llegar donde están Rafa y mis amigas dos enormes puertas se abren y todos comienzan a pasar a una gran sala presidida por una mesa redonda. Todos se disponen a sentarse. Cuando llego me han guardado un sitio entre Rafa y Amanda. Al lado de Amanda está Sindy y mi madre con Esteban. Varios camareros comienzan a servirnos un plato de pescado al horno que huele muy bien.

-          El de mi izquierda y Esteban son los dueños del banco con el que tiene que firmar mi empresa – Me comenta Rafa, yo miro a su lado y reconozco a Álvaro, el hombre que anteriormente nos había presentado Rafa.

-          Pues mi madre ha conquistado a Esteban – Le digo poniendo los ojos en blanco.

-          Sí, pero el que me preocupa es Álvaro, es un hueso. Ha estado oponiéndose a varios puntos del contrato.

-          Bueno, nada que dos gintonics no puedan arreglar – Digo con una sonrisa.

En frente puedo ver a Alex que habla animado con las dos cuarentonas polioperadas y teñidas que tiene a ambos lados. No puedo evitar recordar a Alberto al mirarlo porque fueron similares las sensaciones que sentí. No puedo culpar a Alex, sé que la culpa es mía, Alex es una víctima más de este sistema donde todos nos usamos a todos para conseguir nuestra satisfacción y beneficio. Lo único que puedo hacer es alejarme.

Amanda y Sindy han estado observando a Alex y poniéndolo a parir. Mi madre sigue tonteando con Ernes.. Esteban que no para de presentarle a más peces gordos. Yo ayudo a Rafa con Álvaro, le he caído bien, no para de sonreírme y contarme cosas.

Hemos cenado platos exquisitos y el vino no ha parado de circular por la mesa. Sindy y Amanda me anuncian que Fael y Pedro vendrán a recogerlas pronto. Álvaro ha organizado en la suite del hotel donde se aloja una pequeña fiesta para cerrar el trato, nos ha invitado a mí y a mi madre a ir. Estoy cansada pero la cara de súplica que Rafa me ha puesto me ha impedido rechazar la oferta.

Somos menos de diez: Mi madre y Esteban, Álvaro, Alex y las dos cuarentonas, José, Rafa y yo. El hotel está a escasos metros del restaurante así que vamos andando. Mi madre va tan borracha que Esteban tiene que sujetarla, intento no mirarla para evitar sentir vergüenza ajena.

La suite de Álvaro tiene unas increíbles vistas al río Guadalquivir, en el salón cabe mi piso entero. Las botellas están preparadas sobre una mesa de cristal cerca del enorme ventanal. Todos comienzan a acomodarse en un gran sofá de cuero negro. Rafa se aparta con Álvaro y hablan gesticulando mucho con un papel entre ellos.

Con un gintonic en la mano me dirijo por las escaleras de caracol hacia la habitación de arriba donde hay un baño, ya que el de abajo está ocupado por las cuarentonas. Antes de que pueda agarrar el pomo de la puerta ésta se abre para dejar salir a Alex, se ha quitado la chaqueta y la corbata y esa camisa blanca le queda, como diría Sindy, mejor que quiere. Me sorprendo y doy un paso hacia atrás.

-          No te asustes, pasa – Dice con una sonrisa en sus labios. Se apoya en la puerta para dejarme pasar, entro sin apenas mirarlo. Para mi sorpresa no sale del baño y cierra la puerta.


-          ¿Qué haces? – Pregunto borde...

8 comentarios:

  1. ¿Te he dicho ya que a veces me caes mal? Jajajaja que no, que es broma! Pero ¿Cómo nos dejas así? No tienes piedad de nosotras!!! Estoy que me tiro de los pelos, necesito saber que pasará en ese baño!!! Rafa ya puede ponerse un poco las pilas si le gusta Cris aunque sea un poco. Y Alex prácticamente ha ignorado a Cris en toda la cena y ahora la encierra en el baño ... sigue sin caerme bien. Team Rafa forever (o al menos hasta que la cague) jajajaja ^^
    Un besito guapa

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    1. jajajaj soy malvadaaaa :P:P
      El lunes te cuento que pasa en ese baño... :)
      Un besazo y feliz finde!!

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    2. El luneeeeeesssss??? Noooooo, mañana no publicas? Me voy a volver loca! ajajajajaja
      Esperaré con mucha impaciencia ese capitulo, que lo sepas ^^
      Besitos

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    3. Sii es que mañana no podré.. Pero merecerá la pena la espera t lo prometo :);)
      Un beso!!

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  2. Dios q va a pasar ahí dentro??? Mordiéndome las uñas me has dejado!! Danos un poquito masss!!! Mañana no publicas?? Un besito y sigue escribiendo como lo haces vas a llegar lejos!!!

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    1. Mañana no puedo publicar pero el lunes te lo cuento ;P
      Gracias guapísima! Un beso

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  3. Nos dejas en lo mejor y lo peor es que ya hasta el lunes no me enterare de lo que pasa a continuacion que el tonto de Alex

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